Bahréin

Durante un crucero MSC por Abu Dabi, Dubái y Qatar, también desembarcarás en Bahréin, una isla situada de 40 kilómetros de largo y tan solo 15 de ancho.
A este país de cultura milenaria también se le conoce como “el reino de los dos mares” porque sus aguas lindan al sur con las de Qatar y al oeste con las de Arabia Saudí. Durante tu etapa en Bahréin, una excursión te llevará a descubrir el encanto de su capital, Manama. La ciudad, donde los modernos rascacielos se levantan junto a viejos edificios, está muy unida a las tradiciones nómadas: a menudo, sus habitantes se van al desierto y se alojan en grandes tiendas blancas para participar en la antigua tradición de la caza con halcón. El Museo Nacional es un excelente punto de partida para visitar la capital: una oportunidad para aprender más sobre la historia y las costumbres del territorio. 

La Mezquita de Al Fateh, por otro lado, es una experiencia mística. Es un inmenso edificio sagrado con dos imponentes minaretes, que puede llegar a albergar hasta 7.000 fieles, construido con materiales procedentes del mundo entero. Por ejemplo, las mil lámparas indias de madera taraceada, la gigantesca lámpara de araña austríaca de cristales de Swarovski y el mármol italiano de Carrara. A poca distancia de la capital se encuentra el Qal’at al Bahrain (el Fuerte de Bahréin). De gran valor, en parte debido a los recientes esfuerzos de reconstrucción, la forma actual del fuerte es un testimonio de las “incursiones” de los navegantes portugueses del siglo XVI.

Sin embargo, la colina sobre la que se asienta ha sido escenario de diferentes asentamientos humanos a lo largo de los siglos. Por último, no puedes irte de Bahréin sin haber comprado, o al menos admirado, las magníficas y preciadas perlas que se recogen en sus aguas.  

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